El juego compulsivo es una patología muy difícil de superar
individualmente, es decir, sin la ayuda de personas entendidas del problema.
Existe la asociación de Jugadores
Anónimos y ayuda que esta asociación le brinda a todos los que sufren el
mal del juego. En el continente europeo existen otras asociaciones, como Vida
sin Juego.
Aquí describimos el programa que
se lleva a cabo en ambas asociaciones.
En la mayoría de los casos, dicho
programa de recuperación cuenta de un periodo separado en doce etapas. A
continuación les damos a conocer cuáles son estas etapas que le permitirán al jugador
compulsivo alejarse de su problema.
1.- El jugador compulsivo admite
que es impotente ante el juego, que su vida se ha vuelto ingobernable.
2.- El jugador llegar a creer que
un Poder más grande que él mismo podría devolverle una manera normal de pensar.
3.- El jugador toma la decisión de
entregar su voluntad y vida al cuidado de dicho Poder de su propio
entendimiento.
4.- Sin temor hace un valiente
inventario moral y financiero de él mismo.
5.- Admite ante el mismo y ante
otro ser humano la naturaleza exacta de sus equivocaciones.
6.- Está eternamente dispuesto a
que se eliminen éstos defectos de carácter.
7.- Humildemente pide al Poder
(de su entendimiento) que elimine sus defectos.
8.- El ludópata hace una lista de
todas las personas a quienes había dañado y está dispuesto a hacer enmiendas a
todas ellas.
9.- Hace enmiendas directas a
cada persona cuando es posible, excepto cuando el hacerlo podría herir a ellos
o a otros.
10.- Continúa haciendo el
inventario personal, y cuando está equivocado, rápidamente lo admite.
11.- Busca, a través de la
oración y la meditación, mejorar su contacto consciente con su Poder (como lo
entienda) pidiendo, solo por el conocimiento de su voluntad y el poder llevarla
a cabo.
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